La mejor fotografía que se consigue con un niño o niña es cuando se elige un sitio que sea especial para el niño y donde sobretodo se sienta cómodo.
Su propia casa, su parque preferido, o un sitio de recreación especial para niños, además algunos de esos sitios brindan fondos, juguetes y espacios para lograr el mejor de los retratos.
Por otro lado, hay que amoldarse al niño, tenemos que entrar en su juego, así lograremos lo que realmente nos importa que es captar en una imagen la esencia, personalidad, alegría, curiosidad, ternura, belleza e inteligencia de cada infante. Acompañado de una calidad técnica muy buena se conseguirá que este retrato perdure por siempre y pueda convertirse en un referente de la vida de cada uno de estos niños.